Una de mis canciones favoritas, de esas que no te sacas de la cabeza de ninguna manera, es la que le da título a mi primera entrada en este blog. Pasen los años que pasen, siempre me veo reflejada en su letra y ahora mismo no podía ser de otra manera.
Si me hubiesen dicho hace unos años que mi vida laboral iba a estar en el punto donde se encuentra ahora no me lo había creído. Siempre me he considerado una persona afortunada en este (¡y en otros muchos!) aspectos. He podido trabajar «de lo mío» y nunca me han faltado las ofertas de trabajo. Hasta que llegó la crisis…y después de 10 años trabajando sin parar me quedé en paro.
Desde entonces, me dediqué a criar a mi hijo; en ese momento no quería saber nada de volver al mundo laboral. Seguía tanteando el mercado pero las opciones que aparecían no me compensaban dejar mi papel de cuidadora.
A medida que Diego fue haciéndose mayor me empecé a encontrar preparada para retomar mi carrera profesional. La mayoría de las opciones que se me presentaban en ese momento pasaban por el empleo público y, la verdad, no me veía capacitada para sacar una plaza. Así que fui dejándome llevar, creé mi blog de cocina (Pan, uvas y queso) y dediqué muchas horas al mundo virtual.
Por mi cabeza empezó a pasar la idea del autoempleo, ahí estaba como un pequeño martillo rondando a todas horas, pero no terminaba por darle forma. Hace un año la Fundación Coca-Cola impartió un taller para mujeres emprendedoras dentro de su proyecto Gira-Mujeres y como soy muy amiga de apuntarme a todo, ahí me fui. Tuve la suerte de compartir unos días con unas mujeres maravillosas con grandes ideas y, además, me di cuenta de que hay muchas personas que carecen de conocimientos para moverse por Internet. Y eso se quedó en mi cabeza dando vueltas. Como os podéis imaginar mi cerebro ya estaba en ebullición con semejante jaleo.
Dejé pasar el verano, con mis ideas rondando por la cabeza, trabajé unos meses en el Centro de Visitantes de la Bardena aragonesa y un día de septiembre, sin pensarlo mucho, entré en ADEFO Cinco Villas (Asociación para el Desarrollo y Fomento de las Cinco Villas) y dije que quería crear una empresa.
Y ahí empezó todo…6 meses después, esas ideas que alguna noche me desvelaban ya han tomado forma.
Deja tu comentario