Imprescindible para unos, prescindible para otros. Para mí, ni una cosa ni la otra. Sí creo que una página web es una ventana al exterior que puede ayudar a mejorar nuestra imagen de marca, aunque no vendamos a través de Internet, de la misma manera que si tenemos una tienda tenemos un escaparate. Pero también creo que, si no vamos a tenerla actualizada o vamos a hacer cualquier cosa, es mejor no tenerla.
¿NECESITO UNA PÁGINA WEB PARA MI EMPRESA?
Tabla de contenidos
Actualmente, mucha gente, lo primero que hace cuando necesita algo lo primero que hacer es buscar en Internet. Si no aparecemos ahí, podemos perder una venta.
Tener una página web supone saber manejarla, aunque sea de la manera más básica. No se trata de saber de programación, pero si conocer cómo funciona su “trastienda”. Uno de los mayores errores en el mundo digital es depender de otros para todo, por varias razones:
– Podemos tener una urgencia y que la empresa que hizo nuestra web no pueda atendernos en ese momento.
– La empresa que nos hizo la web puede desaparecer y nos quedamos con una mano delante y otra detrás.
SI CONTRATAS A UNA EMPRESA PARA QUE HAGA TU PÁGINA WEB:
Lo mínimo que debemos pedir cuando contratamos una empresa para hacer nuestra página web es que nos enseñen a utilizarla y que nos den las claves de acceso al panel de control. ¡Desconfía de quien no lo hace!
Para mí es fundamental que mis clientes consigan cierta autonomía en el mundo digital. No quiero que me llamen cada momento, aunque me vayan a pagar por ello. ¿Será que mi vena de educadora acaba saliendo tarde o temprano?
No es necesario tener una web con grandes pretensiones (y el mejor ejemplo es la mía), ni gastarse grandes cantidades de dinero (hay veces que sí tenemos que hacer una gran inversión, pero eso depende del tipo de negocio y de cuáles sean nuestros objetivos). No sabría decir cuánto cuesta hacer una web porque va en función del tipo de página que necesitemos, pero sí nos decidimos a hacerla hay que pedir varios presupuestos y saber qué incluyen cada uno de ellos.
Yo desconfío de quien las hace a precio de saldo. Pero tampoco me fío de quien las vende a precio de “leche de unicornio”. No sé si es un buen criterio o no, pero no me fío y sé que no estaría a gusto. Y también desconfío de quien quiere venderme su necesidad a toda costa. Siempre hay que explorar sus pros y sus contras, sus posibles beneficios y los gastos que nos va a suponer periódicamente, porque el gasto de una web no es solamente cuando la creamos si no que tendremos que pagar, como mínimo, el alojamiento y el dominio anualmente. Y para hacer este balance de gastos-beneficios es necesario que lo hagamos con una persona en la que confiemos.
¿Y SI LA HAGO YO MISMO?
En Internet puedes encontrar miles de artículos para diseñar tu propia página web, sobre todo si utilizas un gestor de contenidos como WordPress. Hacer tu propia página puede ser una buena idea, pero necesitarás dedicarle bastante tiempo.
WordPress es muy intuitivo, pero la primera vez que te enfrentas a él necesitas pasar muchas horas delante del ordenador hasta que te hagas con él. No es nada grave ni imposible de solventar, pero cuenta con esa dedicación hasta que la domines. Porque, además de conseguir hacer una página web que le guste a tus visitantes, también tiene que gustarle a los buscadores.